Mil miradas callan sus palabras,
Sólo ademanes le devuelven la calma,
Los gestos alegran su alma,
Mientras ellos constituyen el alba.
Una esencia cuasi perfecta,
Bloquea hoy su conciencia,
Llenándose de paciencia,
Y encontrándose con su ausencia.
En un sueño que se puede recordar,
Él está sin vacilar,
En la contemplación de su corazón,
Aparece como una canción.
Tan sólo se puede soñar,
Que se quieren sin dudar,
Que no juegan al azar,
Y que no niegan su amar.
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